ELLA
A Andrea...mi hija menor




Alta como lo perpetuo,
sus trece años.

Y su cuerpo hacia el aire,
entre ladridos de perros.

Teme a los temores,
aunque su padre la cuida.

Una llamada silente
mientras se acerca a la noche.

Las sombrillas vuelan,
las mujeres gritan.

Y la Bahía llora lágrimas de sangre,
al ser contaminada por humos crueles.

Ella, sola, construye un castillo en la arena,
y una sirena lo ocupa.
Mas, una ola rebelde,
la arroja de sus dominios
y lo destruye con ira.