Mil veces mientra en vos estoy pensando, a tanta perfección buscando falta, no hallo parte que no sea tan alta que el seso desfallece imaginando. Pero mientras así estoy considerando el sentido se queja y sobresalta, y prueba que piedad, señora, os falta, pues tratáis mal quien por vos muere amando. Bien sé que no tenéis de esto disculpa, mas quiéroosla yo dar por encubriros la falta que yo mismo os he hallado. Quejaos de mí, ponedme alguna culpa que os disculpe de haberme maltratado: yo diré que es verdad por más serviros.