MANUEL ALTOLAGUIRRE
Manuel Altolaguirre , Poetas Andaluces en www.poetasandaluces.com

BIOGRAFÍA

En el Limonar Alto, entonces zona de montes de olivos y casas con jardines, en la ciudad que Aleixandre llamó "del Paraíso", vino al mundo, el 29 de junio de 1905, MANUEL ALTOLAGUIRRE BOLÍN, hijo del escritor festivo Manuel Altolaguirre Álvarez.

Se educó en el colegio de los Jesuitas en Miraflores de El Palo (Málaga) y estudió Derecho en Málaga y Granada, pero ejercerá durante poco tiempo como abogado.

Hombre incansable, contaba que su amor por la imprenta nació cuando siendo un niño escribió unos versos para su madre. Fue a leérselos primero a la criada que casualmente tenía un novio tipógrafo. La muchacha pensó que valía la pena imprimirlo. Verlo así fue decisivo en la vocación de Altolaguirre. Se convirtió en un artesano magistral que disfrutaba entre cajas y planchas, tanto que puede calificársele, sin duda, de artista de la imprenta.

Sensible e impresionable, de inquietud constante, tenía 19 años cuando, junto con José María Souviron y Emilio Prados, también malagueños, fundó la revista "Ambos". No sería lo único que Málaga le inspiró. La imprenta "Sur" creada con Prados y Álvaro Disdier y "Litoral", fundada en 1924 con Prados y José María Hinojosa, dan fe de ello. Fue en esta revista donde Altolaguirre publicó su primer libro, "Las islas invitadas", páginas las de esta publicación que acogieron los primeros poemas de amigos como Federico G. Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda o Pedro Salinas. Siempre pensó que "Litoral" aglutinó a la que sería conocida como "Generación del 27". También aquí publicó a Juan Ramón Jiménez, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego o Jorge Guillén.

En esa época se fue a vivir a Madrid. Allí trabajará en el bufete de Francisco Bergamín, padre del escritor José Bergamín, volviendo a Málaga en 1927. Residió en Málaga hasta 1929, trasladándose de nuevo a Madrid, definitivamente. Por aquel entonces ya había publicado "Las islas invitadas" (1926) y "Poemas del agua" (1927).

Estos libros, conforman lo que sería su primera época, caracterizada por el seguimiento del influjo de Bécquer y el sello de la poesía juanramoniana. Altolaguirre, como Bécquer, somete su poesía a la realidad, canta al amor, a la nostalgia, a la separación. Huye de los retoricismos y como Juan Ramón Jiménez, va a la búsqueda de un lenguaje cada vez más depurado, en el que la metáfora es un elemento de gran relevancia. También encontramos en su poesía, aunque tratado de una forma más materialista que en Bécquer, el tema de la muerte, que es también un manantial de vida y un elemento transformador de las cosas. El mar y el árbol, serán dos elementos relacionados con ella y que expresarán esa vida y ese final.

En 1930, tras una retirada obligada por los condicionantes familiares tras la quiebra de "Litoral", inicia en 1930 "Poesía en Málaga", ya en solitario. De ella surgen cinco números, editados los dos últimos en París en 1931. En ese mismo año, el poeta publicó "Soledades juntas". Residió en ciudades diversas, una de ellas, Londres, dónde se trasladó en 1934 para seguir estudios de imprenta. Tradujo a Shelley y a Pushkin.

Su vida privada daría un giro en 1932, cuando García Lorca le presentó a Concha Méndez, también poeta, que había sido novia de Luis Buñuel, quien nunca la presentó a sus amigos de la Residencia de Estudiantes. Cuando la autora de "Sombras y sueños" se presentó allí como ex novia del que sería un genio del cine, conoció a Lorca y Alberti y el primero la condujo hasta Manolo. Descubrieron que vivían en la misma pensión de la Gran Vía madrileña. Iniciaban así un amor y una colaboración, que durarían años. Incluso cuando Altolaguirre se divorció para casarse con la cubana Maria Luisa Gómez Mena, la relación siguió siendo afectuosa.

En Madrid, en 1932, funda la colección "Héroe" y la revista de igual título, con su mujer, la poetisa Concha Méndez, donde aparecieron, entre otros, Luis Rosales y Luis Felipe Vivanco. Luego llegaría la revista "Caballo verde para la poesía" que dirigió Pablo Neruda. Viajó posteriormente a Francia e Inglaterra y allí fundó su propia imprenta, regresando a España donde militó en las filas de la República durante la guerra civil.

En 1936 publica "La lenta libertad" y en 1939 publica "Nube tempora". Ese año también abandona España definitivamente tras pasar serias dificultades en Valencia. Viaja a Cuba junto con su familia y hubo de quedarse en la isla porque su hija Paloma estaba enferma. En La Habana, publicó una nueva revista, "Atentamente", donde aparecieron algunos capítulos de sus memorias, algo que también hizo Camilo José Cela en "Papeles de Sons Armadans". Creó la imprenta "La Verónica" dedicada, también, a la edición de textos literarios.

Fijó, después, su residencia en México dedicándose al final de su carrera a la dirección cinematográfica, fue guionista, productor y director de cine. La intervención de Manuel Altolaguirre se refleja en varias películas, realizando o colaborando en la realización del guión de al menos cuatro: “La Casa de la Troya" (1947), “Yo quiero ser tonta” (1950), “El puerto de los siete vicios” (1951) y “Subida al cielo” (1951), siendo esta última dirigida por el director aragonés Luis Buñuel. En otras, como “Misericordia” (1953) y “Vuelta al paraíso” (1959), se encarga de la producción, como luego hará con películas de Eduardo Ugarte y Luis Buñuel.

Ya en México creó la colección "Aires de España" y la revista "Antología de España en el recuerdo", de la que sólo se publicaron dos números. Homenajeó a san Juan de la Cruz, santa Teresa de Jesús, Lope de Vega, Quevedo y Góngora,

Se casó con María Luisa Gómez Mena, una multimillonaria cubana que lo siguió a México y para quien escribió: "Gracias a ti hoy puedo estar conmigo". Ella produjo algunos de sus filmes. Casada dos veces, una de ellas con un militar español de alta graduación, de quien se dijo que no perdonaba que su ex esposa se hubiera casado con un "poeta rojo", y otra con un pintor, se enamoró perdidamente del poeta malagueño y, como él, era de extrema generosidad.

En 1949 ve la luz "Fin de un amor" y en 1955 "Poemas en América", convirtiéndose así en el poeta más e intimista de la Generación del 27 que según decía Cernuda, "Era un poeta de íntima espiritualidad, cosa que se ha ido haciendo rara en la poesía española". Aunque su producción es breve y desigual, supo crear un mundo intimista, pero rico en matices, con una poesía cálida, cordial, transparente. Canta el amor, la soledad, la muerte, con tonos románticos. Según él, su poesía “se siente hermana menor de la de Salinas". Rasgo sobresaliente de su producción es su musicalidad, con predominio de los versos cortos y las estrofas de raíz tradicional.

Es autor, igualmente, de una obra teatral "Entre dos públicos" (1934) y una "Antología de la poesía romántica española" (1932)

Con motivo de la presentación en el Festival de Cine de San Sebastián de su versión de "El Cantar de los Cantares", de Fray Luis de León, el matrimonio viajó a España. Regresaron hacia Madrid el 23 de julio de 1959. El coche, ya en tierras de Castilla, del en el pueblo burgalés de Cubo de Bureba, sufrió un accidente que malhirió a Manolo y dejó muerta a María Luisa. Altolaguirre fue llevado a la Clínica de San Juan de Dios, en Burgos. Su estado fue calificado de gravísimo. Sobrevivió tres días. "El libro de Job", que pensaba rodar en lugares castellanos nunca pudo ser, al igual que no ultimó la recopilación de sus "Poesías completas", proyecto del que en 1958 había ido dejando rastro en su correspondencia con Vicente Aleixandre.

El autor de "Fin de un amor" había escrito así sobre la muerte:

"Parece que mi destino
es el de vivir soñando
A vida que es toda sueño
la muerte no le hará daño".