FLAVIO MEROBAUDES (Flavius Merobaudes), nacido en la provincia de Bética, fue un poeta hispanorromano del siglo V. También fue militar y rétor. Como poeta fue distinguido por el emperador Valentiniano III y por Aecio, del que fue íntimo colaborador y al que dedicó buena parte de su obra poética, incluyendo dos espléndidos panegíricos que sólo se han conservado en parte.

Como militar combatió con éxito a los los bagaudas en la provincia Tarraconense, en el año 443.y derrotándolos en ese mismo año en Araciel (entre Corella y Alfaro). Sin embargo, fue casi inmediatamente reclamado a Italia por el emperador Valentiniano, a causa de algunas intrigas urdidas en su contra. El obispo e historiador Hidacio registró estos hechos en su crónica contemporánea, recordando asimismo el prestigio de Merobaudes como poeta y orador, y la erección de una estatua en su honor. La estatua le fue erigida el 30 de julio de 435. Su peana e inscripción fueron descubiertas en 1813.

Ese mismo año fue nombrado senador como recompensa por uno de sus primeros panegíricos en honor de Aecio, probablemente el compuesto en el año 432 que no se ha conservado. La inscripción de su estatua nos permite saber que era vir spectabilis (un rango elevado dentro del orden senatorial) y que desempeñó el cargo de comes sacri consistorii (miembro del consejo imperial) en la corte de Rávena.

Se deja de tener constancia sobre Merobaudes a partir del año 446.

Hasta el siglo XIX lo único que se conservaba de su obra era un breve poema sobre Cristo, sin embargo, en 1823 el erudito alemán Barthold Georg Niebuhr descubrió parte de sus obras en ocho folios del "Codex Sangallensis 908", un diccionario de términos latinos en bastante mal estado que se encuentra en el monasterio de San Galo, Suiza. Fechado aproximadamente en el año 800, las páginas en cuestión procedían de un manuscrito del siglo V o del VI, que por desgracia fueron cortadas para reducir su tamaño original a las dimensiones del nuevo libro. Todo lo que se pudo recuperar fueron cuatro poemas breves (uno de ellos una felicitación por el cumpleaños de Flavio Gaudencio, el hijo de Aecio), y los fragmentos de dos extensos panegíricos dedicados al propio Aecio en 439 y 446. Aproximadamente cien versos en el primer caso, y unos doscientos versos en el segundo. Niebuhr editó todos estos textos en "Fl. Merobaudis carminum oratonisque reliquiae ex membranis Sangallensibus" (Bonn, 1824).

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Tras dejar el Betis patrio,
él busca la ambición de la agitada Rávena:
con aplauso los ciudadanos
y el principe por su popularidad querido
le erigieron una reluciente estatua en el foro Trajano.

(Sidonio Apolinar, Obispo)