BIOGRAFÍA
Los pájaros al aire derramados,
en colorida turba se desprenden,
cual nube que matiza en oro y grana,
coronada de lirios, la mañana.
FÉLIX JOSÉ REINOSO, nació en Sevilla el 20 de noviembre de 1772.
Estudió en Sevilla doce años de ciencias eclesiásticas y es el único poeta épico de prestigio de la llamada escuela sevillana del s.XVIII. Fundó, junto con Alberto Lista, José María Blanco-White y Manuel María de Arjona, la Academia Sevillana de Letras Humanas en 1793.
Fue cura de Santa Cruz desde 1801 a 1811; allí instituyó una Junta de Caridad cuyo reglamento fue enseñado como modelo a las demás parroquias y en el hambre que padeció Sevilla en 1812 organizó dos hospitales. El estudio de las humanidades y una esmerada cultura, le valieron para ser pulcro y elegante poeta.
Fue partidario de José I (José Bonaparte) quien le nombró prebendado de la Catedral de Sevilla. Emigró a Francia en 1814 y publicó en Auch el Examen de los delitos de infidelidad, 1816, la más importante de las defensas a favor de los afrancesados.
En 1815 la Sociedad Económica de Sevilla le dio su cátedra de Humanidades. Aunque en 1820 Riego le propone como diputado, no tardará en mostrar su espíritu antirrevolucionario y antidemocrático, que le valdrán el apodo de "Obispo francés". Fue sin embargo uno de los secretarios de la Diputación provincial de Cádiz, entre 1820 y 1823. Publicó varios artículos bajo el seudónimo "El político moruno" en el "Diario Mercantil" y en "La Constitución y las Leyes", ambos de Cádiz, así como varios folletos de carácter legal y administrativo. Fue el primer redactor de la "Gaceta de Gobierno", 1827-1830 y también redactó la "Gaceta de Bayona", 1830. Ejerció la abogacía y fue uno de los encargados de preparar la jura de Isabel II en 1833 como heredera del trono.
En 1804 publicó el poema en dos cantos y doscientas octavas reales de inspiración miltoniana “La inocencia perdida”, redactado ya al menos en 1799. También destacan poéticamente su “Epístola a Silvia”, “Las artes de la imaginación” y la silva “En elogio de los ilustres poetas sevillanos”.
Es posible que Reinoso estuviera hoy más olvidado de no haber escrito más que en versos pastoriles y anacreónticas al modo de Villegas, o las odas religiosas y morales semejantes a las de Lista, pero habrá que recordarle siempre, a lo menos, por algunos excelentes pasajes de su poema en dos cantos, “La inocencia perdida”.
Murió en Madrid, el 28 de abril de 1841.