IBN ZAYDUN
Ibn Zaydun  , Poetas Andaluces en www.poetasandaluces.com

BIOGRAFÍA

ABU AL WALID AHMAD IBN ABADIA, también conocido por IBN ZAYDUN, nació en Córdoba en 1003.

Fue ministro de varios príncipes, entre ellos Al Mutamid. Estuvo aposentado en Sevilla y cantó a su Córdoba natal; su poesía es humana, pero sobre todo fue el poeta del amor: célebres fueron sus relaciones con la princesa Wallada, rivalizando con Ibn Abdus, ministro en Córdoba. Ibn Zaydun compuso contra éste poemas amenazantes y lo ridiculizó, valiéndole ello la prisión y el exilio. Durante su cautividad y su alejamiento envió a su bien amada y a sus amigos excelentes poemas.

Apenas se conocen datos sobre su vida hasta que conoció a la atractiva princesa y poetisa Wallada, encuentro trascendental, pues de él arranca la revitalización de la poesía amorosa árabe, que adquiere un tono un tono personal inusitado hasta su obra. Hasta entonces el tratamiento del amor en la poesía árabe estaba determinado por la reelaboración de tópicos basados en una reflexión sobre el aspecto espiritual de la relación amorosa que evitaba tratar el amor carnal, y que es conocido como "amor udrí"(amor cortés) . Tras su obra, se reúnen los conceptos del amor platónico con la descripción de experiencias físicas de un modo natural.

Recorrió distintas cortes (Sevilla, Badajoz, Valencia), para instalarse por último en 1049 en la corte de Al Mutadid como secretario, cargo que desempeñará hasta su muerte ya con Al Mutamid como rey. En este periodo escribirá poesía áulica al servicio de sus nuevos protectores, los abbadíes sevillanos, renovando el panegírico, sobre todo en los destinados al joven príncipe y poeta, Al Mutamid, por quien sentía un cariñoso afecto y respeto a su calidad como lírico.

Falleció en Sevilla en 1070

La poesía de Ibn Zaydun, de lenguaje sencillo en general, es fácil de entender. Su verso se desliza con un ritmo suave y musical y sus metáforas no suelen ser demasiado fuertes. Posee una fuerza superior a la de la magia, y su sublimidad compite con la sublimidad de las estrellas. Sus versos son inspirados en gran parte por su amor a Wallada. Entre las recientes ruinas de la grandeza omeya, en los devastados mágicos jardines de Al Zahra, aumenta su constante amor a Wallada, y pone por testigos de su dolor a los astros que iluminan sus noches de insomnio.

Además de sus composiciones en verso, Ibn Zaydun es autor de algunos opúsculos en prosa, entre los que destaca la llamada "Risála hazliyya", de tono burlesco, que es precisamente la obra en que el poeta desfoga su ira poniendo en boca de Wallada una sátira contra Ibn Abdus, con lengua hiriente y voces muy subidas. De otro carácter es la "Risála yiddiyya", de tono grave, dirigida en los momentos de su desgracia al señor de Córdoba buscando la reconciliación. Se trata de una epístola densa llena de citas eruditas.

Entre las producciones de Ibn Zaydun no escasean los poemas eróticos , aparte de los inspirados por la imagen de Walada, pero también cultiva ampliamente otros géneros. Así, compone panegíricos a los altos señores que conoció a lo largo de su vida, a veces con hipérboles desmesuradas o comparaciones manidas, como era frecuente; también compuso elegías, en las que se mezclan notas emotivas con ideas comunes, sátiras violentas contra sus enemigos. Engarza, incluso, alguna moaxaja y se complacerá versificando intrincados acertijos simbólicos con nombres de pájaros. En poemas de autoelogio, alardeará de su exquisito refinamiento, de su gran cultura que le ha elevado a un alto rango, de su inteligencia penetrante como el hierro de una lanza. Y en su arrogancia, y sin duda con razón, proclamará que el amor iguala al amante con la amada, aunque no posean la misma nobleza.

Ibn Zaydun es, entre los poetas andalusies, el que mejor expresa los matices humanos del amor y representa uno de los ejemplos más puros de la tradición clasicista de la poesía en árabe. Su encuentro con la princesa Wallada tuvo gran transcendencia para la poesía de Al Andalus, puesto que dio lugar a unos poemas amorosos en un tono casi completamente nuevo en la poesía árabe de su tiempo. La novedad reside en la fusión de conceptos, personal y única, presente en sus poemas. En la poesía amorosa, y en los tratados sobre el amor escritos hasta entonces, el amor es siempre una cualidad del espíritu, y nunca del cuerpo; por tanto, la unión a que se aspira es algo enteramente espiritual. De hecho, en buena parte de la poesía de inspiración se rechaza la unión física, que se considera responsable del hastío de los amantes y de la corrupción del sentimiento amoroso.

Por esta razón, la poesía amorosa de Ibn Zaydun, escrita en su mayor parte tras la ruptura con la princesa Walada, tiene como notas predominantes el abandono y la soledad. Es una poesía en la que también se advierte el doble carácter de universalidad y del momento histórico concreto. La soledad, así concebida, se expresa como una privación del bien pasado y toma, con frecuencia, un aspecto temporal que divide la existencia del amante en un antes amoroso y un después de soledad.

"Mis días, tan hermosos cuando estábamos juntos,
han cambiado desde que se alejó tu bello rostro"

La descripción de la naturaleza es, en Ibn Zaydun, un tema recurrente en las composiciones que podríamos llamar de su tiempo de exilio. Sin embargo, no es el suyo un espíritu inclinado a observar y reproducir la belleza que le rodea. Como un místico, capaz tan sólo de ver la divina realidad en todos y cada uno de los objetos en torno a él, también Ibn Zaydun es capaz solamente de percibir su ambiente en función de su relación amorosa. En conclusión Ibn Zaydun es la representación del amor en la poesía andalusí.