A JACINTA NO SE LE CONOCE EL AMOR
Así es Jacinta
dictadora siempre del mundo de sus líneas.
Jamás sensiblera
jamás caediza,
jamás inflada o roma,
pesada o cautiva.
Nadie le conoce el amor
sino el que comparte su penumbra tibia.
Todos conocen su elasticidad,
o su aspecto de diana esquiva.
Sólo uno conoce el declive
de su alma cuando amor la visita.