PLAYAS DEL SUR
No espero nada más -o tal vez mucho-:
venir al mar, andar hasta aquí, solo
respirar a pleno pulmón,
sin pronunciar palabra y detenerme
ante las paralelas imaginarias del azul.

Siento que vuelvo cada vez que miro,
y también que nunca me fui.

No espero nada más que la espuma
del mar, que sigue
rizándose en la orilla. Llevadme
a sentir nuevamente el agua
correr por los tobillos
o discurrir por entre los dedos,
mientras el hombre vuelca la sal en sus heridas.


Después de la música (Madrid: Cuadernos del Laberinto, 2014)