TERCER ROUND
Al escribir se cierran muchas heridas,
y se abren otras también.

Te golpean bien fuerte.
Alguien cuenta hacia atrás.

Hambre, soledad, dolor,
del dolor en estas manos que su nombre no saben,
con la conciencia de que mi lengua
sea resina del tiempo,
con la conciencia de que sea
tiempo ensimismado.

Sabiéndolo, prefieres ser un inconsciente:
continúas de pie,
así hasta desfallecer.



Después de la música (Madrid: Cuadernos del Laberinto, 2014)