FRAGANCIA
Imagino el principio del camino
con olores a encuentro
bajo el perfil azul cobalto
- tan cerca el aguijón de los abismos-,
el azul derramándose en su rostro,
en el cuerpo ya amado,
retozándose
en su latir de flor,
de tierra estremecida,
yo palpaba su cuerpo con íntima locura.

Al punto la luz fue perdiendo el peso
con destreza pasmosa del apego:
se descuida el desgarro de las primeras veces,
aunque no la fragancia de la piedra rasgada.
Ahora mismo, descubro arrugados
mis dedos,
y allí estaban largos y hondos
ocupando el amor de aquellas tardes.


Raíces de ser (Guadalturia, 2013)