TODO CANTA

¡Todo canta! La rosa riente
que su aroma en el aire derrama;
al conjuro del viento la rama;
al rumor de sus olas, la fuente.

¡Todo canta! La mansa corriente
y el horrísimo mar. La áurea llama
cuando el fuego vivísimo trama;
la avecilla fugaz e incipiente...

¡Todo canta! Y un salmo gigante
va el conjuro formando, triunfante,
con sus voces de vida o anhelo...

¡Y ese himno sin par de hermosura,
en honor de la inmensa natura,
es ofrenda que elévase al cielo!