LA ESPERANZA ESTÁ CERRADA

Me quedo solo en el dolor medido
con una noche infame que no acaba;
perdido voy sin encontrar la aldaba
que me abra la faz que en aurora pido.

Pero la luz no viene al perseguido
por un dolor seguido que no acaba.
Busco aurora y la aurora se colgaba
en las negruras densas del gemido.

¿Por qué seguir alzando la esperanza,
y por qué esperanzarse en la alborada
cuando la luz se cierra y todo oscuro?

No quiero confusión si no se avanza
hacia la luz en bien del alma alada.
Ahí, dormido, el milagro procuro.