DE PENARES EL ALMA SE ME AZULA

De penares el alma se me azula,
se me olvidan los nombres de las horas,
descubro que oscurecen las auroras
y hasta mi voz se rompe y se me anula.

Camino sin sentir, mi ansia articula
un rezo oculto; me quedo en los ahoras
de esas filtradas lanzas rompedoras
que así me llaga, quema y crepuscula.

Por los cercos del orbe me desdigo;
perdiendo siento el hilo de mi vida
y ya me canso de mí mismo y me ahogo.

Todo es así y mi propio sino sigo
por si fuera verdad la misma vida.
Sueño que soy yo. Hasta por la voz me digo.