EPITAFIO A JULIO ANTONIO (Fragmento)
Era hermoso.
Las mujeres lo destrozaron.
Tanto lo amaron
que se volvió tuberculoso.
Nació para el Amor
y la Gloria.
¡Es su historia
toda dolor!
Fue un poeta del barro.
(Poco dinero, mucha hambre,
siempre arrojando sangre
y siempre con catarro.)
Todas las rosas del placer se le ofrendaron
en las alcobas silenciosas.
Él dio las tristes rosas
que de su boca se derramaron [...]".