POEMA DE LOS DOS EXILIOS (Fragmento)


Tengo el pelo blanco, mas el cabello del Tiempo no ha encanecido,
y los días del exilio han vuelto a la juventud.
Después de haberse ajado, ha sentido placer la madre
de la separación y los hijos del deseo se han enamorado.
Al volverse muy cortos los pasos de mis años, las Hades
del sendero de mis penas como el mar se han ensanchado.
Los oleajes de la vejez asimismo me han cercado,
y se ha quedado seca la fuente de la juventud.
Digo a los que me reprenden: "Tened calma conmigo hasta que
me lamente", y a los que me recriminan: "¡Cesad!".
Cesad hasta que ronde por lugares que tan solo por las llamas de
mi corazón y el llanto de mis ojos quedaron asolados.
Parecían ciudades destruidas por las que no pasaba
pie humano y nadie las habitaba.
Después de haberse desplegado en ellas las alas de la amistad
y de haberse arrastrado por ellas los vuelos del amor,
los ejércitos de gacelas disminuyeron en su interior, mientras, por el contrario,
en sus cuatro lados se multiplicaron los chacales para lamentarse.[..]