PUENTE JENIL, PATRIA MÍA

Puente Jenil, patria mia:
pueblo tranquilo y dichoso,
pueblo el más rico y hermoso
de la hermosa Andalucía.

A ti te llega a cantar
la humilde voz de mi lira
cual moribundo que expira
sin alientos para hablar.

Pero, aunque débil mi aliento
y triste mi corazón
te improviso esta canción
fruto de mi pensamiento.

Acógela consecuente
por si es la última poesía
que un hijo tuyo te envía
al abandonar la Puente.

Óyela como expresión
triste del desheredado,
que irá a buscar a otro lado,
el pan de la emigración.

Cantaron poetas mil
con sus cítaras de oro
de bellezas el tesoro
del cristalino Genil.

Nos cantaron sus rumores,
el verdor de sus praderas,
las frondas de sus riberas,
y el aroma de sus flores.

El delicioso murmullo
de las inquietas cascadas,
y de las enamoradas
palomas el tierno arrullo.
Más, a cantar no llegaron
la fuerza de su corriente,
siendo de riqueza fuente
que los hombres explotaron.

No llegaron a cantar
la poderosa turbina
de la fábrica de harina
que nos viene a alimentar.

Ni el fluido del rayo fiero
sometido y entrenado,
que luz y pan nos ha dado
por mano del ingeniero.

Puente Jenil, pueblo mío,
hoy es mayor tu grandeza
por la infinita riqueza
de tu soberano río.

Desde hoy los pobres tendrán
compensación a sus males
con aumento de jornales
y bueno y barato el pan.

Ya tus penas se han borrado
si tienes por pedestal
a un Baena industrial
y a un Contreras diputado.