Por el paseo Delicias,
dos gitanas vienen temblando,
mecen en el carro, con la nana del hambre,
bajo la pena del manto, a la hija del naranjo.

Por el paseo Delicias,
viene el otoño cantando,
en los mudos aplauso del frio canto,
resucitan las escarchadas escamas del lagarto.

Por el paseo Delicias,
con bastón firme viene el mando
una gota amarga entre el silencio gime,
entre dientes duerme sus ladridos el llanto.

Por el paseo Delicias,
en los charcos, la luna se está bañando.
En su colchón de hojas secas, entre rimas,
canciones y letras, con mi pluma la voy desnudando.

Por el paseo Delicias,
los versos van cabalgando,
con la despeinada brisa del mar ya se están alejando,
en el romero de la madrugá, saetas le van cantando.

Por el paseo Delicias,

va este joven andaluz soñando.