CANCIÓN DEL TAJO


Me quiero navegable como el Tajo 
y que un hato de lucios o de tencas 
salten por mi vientre.
En invierno quiero dar calor a una comarca 
y en verano arrancar el escalofrío de un niño. 
Me quiero navegable 
y que los barcos crujan en mis huesos 
y bailen las muchachas 
al compás de una orquesta, 
que los viejos pesquen en mi orilla 
y no falte al arenero su jornal, su vaso de alma. 
Me quiero navegable y ser por un momento 
reflejo de esos pájaros 
que cruzan volando el continente, 
nubes a quienes nada importa 
quedarse en el camino 
o deshacerse como uva en el lagar del cielo. 
Me quiero navegable y estar pasando a veces 
y cantar a mi modo 
canciones muy sencillas y tristes. 
Del cuaderno Jerruje (2005)