HELMINTIA


Cuando llegues procura no olvidar 
de dónde vienes, 
a quién debes tu viaje 
y a qué causa lo dedicas. 
Si decides quedarte, quédate 
y si partir, ahí tienes la nave. 
Ahora bien, cualquiera que sea tu decisión, 
el resto de tus días te sabrás equivocado 
y a la vista de esos muros 
tentados por el óxido, 
gustarás envanecerte en el Dorado 
que dejaste tantas veces escapar. 
Por eso, cuando llegues 
a la isla procura responder 
a qué timón te debes, qué viento te empuja, 
por qué, por qué viniste, 
acaso así te atrevas a salvar 
esa distancia entre fracaso y dignidad, 
entre el águila y la presa. 
De Interior con islas (2006)