A ALEJANDRO SAWA
Jamás hombre más nacido 
para el placer, fue al dolor 
más derecho.
Jamás ninguno ha caído 
con facha de vencedor 
tan deshecho.
Y es que él se daba a perder 
como muchos a ganar. 
Y su vida,
por la falta de querer 
y sobra de regalar, 
fue perdida.
Es el morir y olvidar 
mejor que amar y vivir. 
Y más mérito el dejar 
que el conseguir.