Hay viajes que se suman al antiguo color de las pupilas. Después de ver la isla de Calipso ¿es que acaso Odiseo volvió a mirar igual? ¿No se fijó un color como un extraño cúmulo de algas en sus pupilas viejas? Lo mismo que en los pliegues mínimos de la piel se fosilizan besos y desdenes, así los ojos filtran esa franja turquesa del mar que acuna islas, medusas de amatista, blancura de navíos. La piel es vertedero de memoria lo mismo que el poema. Pero acaso unos ojos extrañamente verdes de repente dibujen empapados de luz un boscoso archipiélago perdido. De "Carpe mare" 1996