PRESENTE HISTÓRICO


	Vuelven 
	los días cada vez más raudos
	a su casa nativa.
	Ya no saldrán nunca de allí.

	Traen
	su osamenta, su escoria, su doblez,
	su equipaje superfluo
	y una mancha de sangre alrededor.
	Viene
	de lugares remotos, con frecuencia
	improbables, de tiempos
	con boquetes
	equivocados de fugacidad.

	Días veloces, inconstantes, híbridos,
	juntos ya en el presente como un ascua.

	Vigencias del recuerdo: olvidos aplazados.