Granada es como un capricho que tiene mi Andalucía, un paraíso de flores regado con su alegría. Caminando por Granada quiero que se pare en tiempo para cantarle a su gente y decirle lo que siento. “Granainas” por sus calles con sello de cante grande, donde todo es poesía que se respira en el aire. Alhambra y Generalife hoy bailan por sevillanas al mirar a esa Granada que Federico añoraba. Granada, mora y cristiana, de jardines y alcazaba tus mujeres son claveles que adornan sierra nevada.