PLURINOMBRES


Candiles de la noche,
botonadura el cielo,
telarañas de brillo,
miriápodos de luces...
Son las estrellas.

Grieta abierta en la noche,
brecha ancha de luz,
invasión de fulgores,
carruaje del sol...
Es el día.

Timoneles del cuerpo,
bitácoras visuales,
ventanas del espía,
adarves vigilantes...
Son los ojos.

Cofre de los secretos,
campana de emociones,
aldabón de la vida,
tic-tac de la sangre...
Es el corazón.

Rayo del pensamiento,
huésped del papel,
daga verbal que eclipsa
la espada del tirano...
Es el verso.

Pretil de la palabra,
ballesta de la voz,
carcaj de pensamientos,
atril de los discursos...
Es la boca.

Arador de las olas,
paquidermo del agua,
cabellera de lona,
arboleda flotante...
Es el barco.

Laberinto de árboles,
césped, verde regazo,
cuadernos de barbechos,
preñez de sementera...
Es el campo.

Lagar para desuello,
sangre de su martirio,
festín de las palabras,
llave de los secretos...
Es el vino.

Alcahueta del ocio,
isla de madrugada,
proxeneta del sueño,
albergue de la noche...
Es la cama.

Látigo de pobreza,
la vida desdentada,
alfoz de maldiciones,
agujero del hambre...
Es la miseria.

Ahijado del ciprés,
banquete de gusanos,
padre de su ceniza,
vecino de la nada...
Es el cadáver.

Vivo alfar de la carne,
arcilla de su vientre,
yunque de sinsabores,
brasa que no se apaga...
Es la madre.

Eslabón de la estirpe,
yema nueva en la rama,
otra corteza al tronco,
acueducto de sangre...
Es el hijo. 



Premio de Poesía Diego Bautista de Jimena de la Frontera 2007