Aroma de embrujo que emana una flor, de mí tan lejana, que no llego a olerla, pero me provoca tristeza y dolor el no poder verla. No puedo entender esta pena tan loca. Si jamás he visto ese bello tesoro: sus ojos, sus manos, su cuerpo, su boca... ¿Por qué los añoro?. ¿Que me está pasando que siento y no siento? ¿Por qué tal angustia se alberga en mi pecho?, Si no la conozco ni aspiro su aliento. ¿Por qué estoy deshecho?. ¿Por qué me obsesiona poderla besar?, ¿Por qué yo me muero tan triste sin ella?, ¿Por qué sus mejillas quiero acariciar?, ¿Por qué sé que es bella?. A veces pregunto turbado a mi sino, ¿Es bueno o es malo lo que está pasando? ¿Cómo es que sin ver ese cuerpo divino lo estoy adorando?. Misterios ocultos que en el alma humana nacen sin sentido y nublan la razón, y hacen que repique con son de campana nuestro corazón...