SEVILLA (Antonio Pardal)

No hay duda que mi Sevilla 
por su aroma y su belleza, 
de la tierra y su grandeza 
es la octava maravilla. 
Es como un jardín florido 
con perfume de azahares 
y sonido de cantares 
que embrujan a los sentidos.
¡Bendito sea aquel día 
en que en Sevilla nací, 
rodeado de sus flores! 
¡Bendita sea la alegría 
que en mi pecho yo sentí, 
Sevilla de mis amores!