Brindo por los poetas, juglares y pintores con ese vino dulce que se mueve en mi vaso, por el suave murmullo que provoca mi paso cuando bailo descalza sobre alfombra de flores. Levantando mi copa por tiples tenores al este y al oeste, al norte y al ocaso, por los dioses amables que pueblan el parnaso y por las blancas pieles del sol adoradores. Por este dulce néctar del juego de las viñas que atrapa mis recuerdos y los envuelve en fuego, por los campos, los montes, los bosques y campiñas. La Artemisa, el espino, la rosa y el espliego y con las margaritas con sus juegos de niñas cuando el vino procura dejar mis ojos ciegos. III Certamen Poético Internacional Prometeo. Primer Premio. Poema cecido por la autora para www.poetasandaluces.com