CONFESIÓN INÉDITA DE ARTHUR SCHOPENHAUER A FRIEDRICH MAJER

Mi madre me echó al mundo sin cabeza. Era informe e impreciso,
sin detalles como una larva.
Como pude me abrí paso entre los hombres.
Crecí comiendo del polvo, del corazón
de las hienas.
       
Convertí mi economía en tiempo y leí algo útil.
Abusé de amigos y buenos hombres,
formé parte de una peculiar forma de vivir:
no desviarse de ciertas ideas universales
y de alguna íntima y modesta.
 
He querido, sin embargo, decir algo más de que lo que represento:
despejar el conformismo de la vida, porqué morirse, pongamos,
empeñándose en lo contrario.
 
De ahí esta carne destilando aquí mismo, sobre estas líneas,
un deseo constante y carente de motivos, un afán obsesivo
de que no me repliquen después de morirme. 


Poema cecido por el autor para  www.poetasandaluces.com