INTRODUCCIÓN


Hijo soy de mi siglo,
y no puedo olvidar que por el triunfo,
de la conciencia humana,
desde mis años juveniles lucho.
(Núñez de Arce)
Soy poeta: yo siento en mi cerebro hervir la inspiración, vibrar la idea; siento irradiar en mi exaltada mente imágenes brillantes como estrellas, El fuego abrasador de los volcanes en mi gigante corazón flamea; escalo el cielo, bajo a los abismos, rujo en el mar, cabalgo en la tormenta. Soy poeta: mi espíritu se escapa de la mezquina cárcel de la tierra, y sobre otros espacios y otros mundos tiende sus alas de águila altanera. Bebe la luz en la mansión del rayo; "atraviesa las órbitas etéreas", y el penetrante arpón de sus pupilas recorre el panorama de la esfera. Soy poeta: al rumor de las naciones las cuerdas de mi cítara se templan. lloro en el negro mundo de las tumbas, río en la bacanal, trueno en la guerra. El amor y la patria son mi vida; el corazón humano, mi poema; mi religión, la caridad y el arte; la libertad sublime mi bandera. Soy poeta: yo siento en mi cerebro hervir la inspiración, vibrar la idea; siento irradiar en mi exaltada mente imágenes brillantes: ¡soy poeta!