ROMANCE DEL MOZO ARRIERO Y LOS SIETE LADRONES

Camino de Naranjales
caminaba un arriero:
buen zapato, buena media,  
buena bolsa de dinero.
Arreaba siete mulos, 
ocho con el delantero;
nueve se podían contar 
con el de la silla y freno.
A la salida de un monte 
siete pillos le salieron:
- ¿Dónde caminas, buen mozo, 
el buen mozo arriero?-
- Camino hacia la Mancha    
a un encarguito que llevo.-
- A la Mancha iremos todos  
como buenos compañeros.-
Al revolver de una esquina   
una taberna que vieron:
- Echa vino, montañés,  
echa vino, tabernero,
que lo pagará el buen mozo,  
el buen mozo arriero.-
- Yo sí que lo pagaré,    
que tengo mucho dinero,
que tengo más de doblones  
que estrellitas tiene el cielo.-
El primer vaso que echó,   
pa el buen mozo arriero:
- Eso no lo quiero yo   
que es un vaso de veneno,
que lo beba el rey de España  
que está muy gordito y bueno.-
Al oír estas palabras   
siete espadas relucieron,
el buen mozo sacó el suyo, 
que era de un brillante acero.
A la primera estocá    
cuatro cayeron al suelo,
tres se pudieron salvar:    
sus patitas les valieron.
Y ya se acabó la copla    
del buen mozo arriero.