ROMANCE SOBRE LA DESGRACIA DE LA FAMILIA DE LOS ABENCERRAJES


En las torres del Alhambra
sonaba gran vocería
y en la ciudad de Granada
grande llanto se hacía,
porque sin razón el Rey
hizo degollar un día
treinta y seis Abencerrajes
nobles y de gran valía,
a quien Cegrís y Gomeles
acusan de alevosía.

Granada los llora más,
con gran dolor que sentía,
que en perder tales varones
es mucho lo que perdía:
hombres, niños y mujeres
lloran tan grande perdida,
lloraban todas las damas,
cuantas en Granada había.

Por las calles y ventanas
mucho luto parecía;
no había dama principal
que luto no se ponía
ni caballero ninguno
que de negro no vestía,
sino fueran los Gomeles,
do salió el alevosía;
y con ellos los Cegrís
que les tienen compañía.

Y si alguno luto lleva,
es por los que muerto habían
los Gazules y Alabeces,
por vengar la villanía,
en el cuarto de los Leones,
con gran valor y osadía.
Y si hallaran al rey
le privaran de la vida,
por consentir la maldad
que allí consentido había.