PRINCIPE AZUL

Te soñé, al galope de un caballo
en paisajes creados por mi mente,
cuando eras un sueño solamente
de los tiempos de príncipe y lacayo.

Y esperé, que llegases como el rayo
¡tronando con tu luz!, o simplemente…
Que al mirarme tus ojos dulcemente
fulminasen de amor hasta el desmayo.

La figura de un príncipe ideal
que esta niña de pueblo imaginó,
cede el paso a tu amor, que es mas real.

Y en la bruma del tiempo ya olvidó
esa historia de fábula irreal,
pero el don de soñar... No lo perdió.