EL TREN

He visto abandonado en una vía 
el viejo y oxidado antiguo tren, 
y cómo su vagón desvencijado 
-que nunca olvidaré-
mostraba destrozados los asientos 
tan llenos de recuerdos de un ayer. 
Y evoca mi memoria aquellos días 
en que alegre viajé, 
cargada de paquetes y maletas 
atadas con cordel, 
buscando descansar en la cantina 
que olía a buen café,
y hablando con vecinos de otra mesa 
de nada de interés. 
Recuerdo al vendedor de los refrescos, 
la gente que esperaba en el andén;
recuerdo aquel bullicio con las prisas 
llevando un bocadillo de comer,
su viejo traqueteo; y cuando avisa
silbando por aquel paso a nivel.
Recuerdo la emoción, las despedidas...
Recuerdo los retrasos de mi tren.