TRAUMATISMO Y MUERTE DEL AMOR

Traumatismo de amor con gasa y venda,
esparadrapo y algodón, y yodo.
Quien haya amado y sepa, que comprenda...
Yo no puedo decirlo de otro modo.
Como era ciego y le cerré mi tienda
y llovía, al caer, cayó en el lodo;
le salpicó de sangre la contienda
y el barro lo manchó, eso fue todo.
Cuando el alma cojea, no hay muleta
que enderece su andar, ni sinapismo
para su loca fiebre sin receta.
Que si el amor resbala, ¡ay!, es lo cierto
que ya no hay quien lo salve del abismo.
¡El mío tropezó, y cayó muerto!