¿De dónde, di, te viene esa presciencia, cósmica y vegetal, de tu mirada? ¿De qué raíz se nutre tu conciencia hecha de abismo y luz y flecha airada? ¿Qué pájaro abatido a tu presencia, la estrella por su pico deshojada, te dio el minuto de mortal ausencia y mi noche dejó deshabitada? Amor que toda ciencia en sí resume, arcano del futuro descifrado, rosa en el viento anclando su perfume: ¡Tuyo mi corazón descabalado como ese barco que en la playa asume mi imagen fiel, al sol, desarbolado!