PRELUDIO
Ahogado en soledad, duela de olvido,
ujier del abandono, día a día
frecuento el lupanar de la poesía.
Y sueño, no descanso, lucho, pido
la luz; viene la sombra, el alarido
nielado, sin cesar la lluvia fría,
la noche viene negra, la agonía
de amar la aurora azul y estar perdido.
Enferma, la razón quiere dejarla,
mas llama a la pasión, tierna rabiza
y muero por morderla y por besarla.
Se escapa por la sangre y descuartiza
con saña el corazón, que por amarla,
la toma por hetaira y por nodriza