TRAEMOS UN RELOJ CUANDO NACEMOS
Traemos un reloj cuando nacemos
que siempre nuestras horas va marcando
ansioso, las manillas golpeando,
chascando nuestra carne como remos.
La nave nos transporta y no sabemos
qué puerto ni qué orilla agonizando
tocamos confundidos, mas buscando
bonanza o tempestad que no tenemos.
Ganamos o perdemos la partida
trepando por los riscos con la suerte
del pájaro que ignora donde anida.
Y observas indefenso, frío, inerte,
la bruma oscura y fría de la vida,
la niebla helada y negra de la muerte.