SO

Subido encima de un cacto, 
tararea el Amazonas
el canto del papagayo, 
y porque no suene a hueco, 
en silencio se ha quitado
el plumaje de su cuerpo. 

El Amazonas es bromista
y apaga las flores de fuego
que florecen en sus orillas. 

Los Andes mojan su cola
áspera en el agua fría
y enseñan dientes de roca. 

Un indio me ha preguntado
con su voz de lengua rota
por qué voy sin taparrabo.