Quedó la noche vacía y no obstante estaba llena de siluetas y misterios. Fuimos palpando en su frente todos nuestros pensamientos. Quedó la noche vacía aún con los barcos del puerto, ¿de dónde será este barco y quiénes sus marineros? Quedó la noche vacía, ¿y dónde irá este velero? ¿qué mares desgarrará, y qué vientos? El mar crujía la luz del faro, en el antepuerto. Cogidas de las cinturas que sus ritmos habían hecho, las canciones marineras iban recorriendo el puerto, y salían por alta mar entre las olas de viento. Quedó la noche vacía de cantos de marineros.