En tu cariño pensando, en vela pasaba el día... Y por la noche, soñando, soñando que no dormía. Tu querer me va matando. ¿Sabes lo que estás haciendo? Me pones cerca la cara y me rozas con el pelo. Esta flamenquilla mala no sabe lo que está haciendo. Dame, pa mi guardapelo, de tu cabello un ricito. No te pido tu retrato, que ése lo llevo conmigo, en mi corazón grabado. Cuando me siento a tu vera, al reló que se parara y al tiempo que no corriera le digo, sentrañas mías, cuando me siento a tu vera, No hay penilla ni alegría que se quede sin cantar. Y por eso hay más cantares que gotas de agua en el mar y arena en los arenales. Con lo rojo de tus labios y lo negro de tus ojos paso yo más desazones que el bendito San Antonio, aquel de las tentaciones. Mi corazón me pediste. No te lo pude negar. Me lo quieres devolver. Yo no lo quiero tomar. ¿Qué vamos a hacer con él?