A LA MEMORIA DE LA INSPIRADA POETISA CONCEPCIÓN DE ESTEVANERA


Sé que fuiste infeliz como ninguna:		
te hirió el dolor, mirarte conmovida		
de todas tus venturas la caída,		
y las viste morir una por una.		

También me ha herido sin piedad alguna,		
y bebí de una vez la copa henchida		
de todos los dolores de la vida...		
y...¿lo creerás? envidio tu fortuna.		

No te oprime terrena pesadumbre,		
tu paso por el mundo fue ligero;	 	
gozas del cielo la divina lumbre.		

¡Y yo, más infeliz, que nada espero,		
estoy de mi calvario en la alta cumbre		
y, clavado en mi cruz, gimo y no muero!