POEMA NÚMERO DOS
Di a ese hombre rastrero unas palabras
que se repitan hasta el día del juicio:
En Almodóvar te criaste,
donde la mierda extiende su perfume,
donde incivilizados nómadas caminan con orgullo,
por eso te enamoras de todo lo redondo;
naciste ciego y amas a los tuertos.
He pagado poema por poema;
por mi vida, ahora dime quién es mejor poeta;
si soy mujer por mi naturaleza
mi poesía es hombre.