JESUCRISTO EN LA CRUZ
Desplegar como un velo en los coluros
el que, sin cabo, cielo se dilata,
y de llama, hermosamente ingrata,
armar sus campos de cristales puros,
cimientos a la tierra abrir siguros
donde el viento sus plumas desbarata,
hacer al mar, que en perlas se desata,
de floja arena inacesibles muros,
pequeña gloria fue de tu potencia;
mas que, de puro amor, te hagas hombre,
Dios mío, por morir por tu criatura,
no es mucho que a los ángeles asombre,
ni los hombres, que ignoran tu clemencia,
lo tengan por escándalo y locura.