PARA ARCÁNGEL GONZÁLEZ
I]

Bendita sea la canción desnuda
sin el beso de Judas Gamoneda,
maldita santa Rita en almoneda
con medalla de boina tartamuda.
Bendito calcetín sin fe ni muda,
huésped contrito del amor en veda,
galletas con café, lija de seda,
sin Cristo, ni Yahvé, ni Freud, ni Buda.
¿Qué será de mis íes sin tus puntos,
de mi solo de baba sin adjuntos,
de la Kontiki a solas con tu silla?
Ángel querido, ¿quién vacuna ahora
mi sarpullido al margen de la aurora,
mi verso tan viudo y con ladillas?

II]

A la hora de don Juan y de don Mendo,
de Bradomín, del carro de Pandora,
del sarro de la nuit que nos devora
nunca te oí decir: vámonos yendo.
Arcángel de la duda en comandita,
posguerra del dos mil, difunto mío,
por los baipases del escalofrío
se desangra mi sangre huerfanita.
Este año que nació sin primavera
murió de viejo tan recién nacido
como el olvido al pie de una escalera.
González en goliardo, qué apellido
bastardo del marido de cualquiera,
qué muerte al por mayor, qué sinsentido.