Son tus ojos, mi bien, negros diamantes
en los que relumbra el sol del mediodía
ojos llenos de erótica poesía,
de llamas y promesas embriagantes.


MANUEL REINA MONTILLA nació en Puente Genil provincia de Córdoba el 4 de octubre de 1856 fue político, periodista y poeta precursor del Modernismo. Fue uno de los grandes innovadores del lenguaje poético de fin de siglo XIX.

Hijo de Manuel Reina Morales y Amparo Montilla Melgar. Su era familia muy pudiente, disfrutó siempre de posición económica desahogada. Tuvo una temprana formación cultural y académica. Así, con dieciséis años, sus versos comienzan a destacar en calidad y originalidad y su vocación le lleva a redactar alguna revista manuscrita, ya en sus tiempos de Bachillerato, que estudió en Córdoba y ya entonces leyó a poetas románticos y posrománticos como Víctor Hugo, Heinrich Heine, José de Espronceda o Gustavo Adolfo Bécquer, que habrían de influir en su vocación poética. Posteriormente hizo derecho en Sevilla, Granada y Madrid. Su primer poema aparece publicado en la revista El bazar, en 1874. Su primer libro, “Andantes y Allegros”, es de 1877 cuando el poeta tenía solamente 18 años.

Intervino en la política de la Restauración, siendo elegido diputado en 1886. En su vida privada atravesó varias crisis existenciales, una de ellas al enviudar en 1884, otra en 1893, en la que intentó suicidarse. Su prestigio fue creciendo en los últimos años de su vida; fue elegido senador por Huelva en 1898 y diputado por Lucena en 1903. En 1905 fue nombrado gobernador civil de Cádiz y elegido miembro de la Real Academia Española, pero murió antes de llegar a ocupar ni el cargo político ni el sillón académico.

Fue amigo de la gran mayoría de los escritores españoles de su tiempo. De carácter generoso, nunca cobró cantidad alguna por sus colaboraciones. Fue académico numerario de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.

El 11 de Mayo de 1905, a las seis de la mañana, fallecía el insigne y llorado poeta pontanés a la edad de 48 años, víctima de aguda dolencia que había degenerado en un colapso cardíaco.

Reina aportó al modernismo español, el afán de hallar la sonoridad como belleza. Y como la mayor parte de los modernistas españoles, alternó los poemas de acusado paganismo con otros de carácter religioso.

“Manuel Reina buscó también la belleza en la musicalidad del verso, en nuevas combinaciones estróficas y en ritmos olvidados o no usados hasta entonces. Y en cuanto a lenguaje poético elige un léxico brillante, sorprendente y suntuoso en el afán de expresarlo todo. Las palabras alcanzan en la voz sonora de la poesía colorista de este cantor andaluz el valor que los diccionarios son incapaces de determinar”. (Francisco Arias Solís).