POEMAS DE LA ALHAMBRA

Con mis alhajas y mi corona a las más bellas aventajo,
y hasta mí descienden los astros del zodíaco.
El jarrón del agua parece en mí un devoto
de pie ante la alquibla del mihrab orando.
Mi generosidad en todo momento
sacia la sed y atiende al necesitado.
Es como si yo tomara los beneficios de la dadivosidad
de la mano de mi señor Abu Al Hayyay.
Luna llena permanezca él brillando en mi cielo
como en las tinieblas resplandece el plenilunio.

***

Los dedos de mi artífice mi tejido bordaron
después de engarzar las joyas de mi corona.
A un trono nupcial me asemejo, incluso lo supero,
y a los novios la felicidad aseguro.
Quien a mi viene quejándose de sed,
mi fuente le da agua dulce, clara y sin mezcla.
Soy como cuando aparece el arco iris
con el sol de nuestro señor Abu Al Hayyay.
Que siga siendo lugar de reunión protegido,
mientras la casa de Dios reúna peregrinos.”


(Traducidos al castellano gracias al profesor José M. Puerta Vílchez.)