DESDE TU MARCHA...

Desde tu marcha mi sola creencia es serte fiel
y nunca he profesado más religión que tú.
Cuando mis pensamientos te susurran,
casi me muero de dolor, pero lo acepto.
¿Qué importa si no soy su igual en la nobleza
cuando en el amor no hay más que iguales?
Aunque por amor se inclinara hacia mí desde
su trono excelso la luna de la noche oscura,
nadie, excepto tú, podría seducirme.
¡La paz sea contigo, mientras dure este amor
que nosotros ocultamos y que él nos revela!