HÁBILES RESCATES
En los retratos
de hace tiempo
expuestos 
como mercancía
en negocios
de la avenida
más transitada,
una mujer de mil novecientos
veintiocho,  me mira
junto a su esposo 
hierático. Ella
perturba el salón
tras el decorado.
La prueba es
que nos atravesamos
y la velocidad no resiste
un detenerse
tan cercano.