SUEÑO APOCALIPTICO
Fueron siete las monturas.
Fueron siete caballeros
los que invadieron la noche
embajadores del miedo.
Cortaron siete flaquezas.
Degollaron siete sueños.
Y fueron siete las copas
que en el suelo se vertieron.
Yo con un velo cubría
los excrementos del sueño,
y un rayo de ardiente luz
atravesaba mi cuerpo.
¡Dejadme que mire al cielo
que estoy contemplando al dueño!
Y dejadme que mañana
os cuente lo que estoy viendo.
Siete plagas, siete llagas.
Siete enfermedades tengo.
Siete muertes que me esperan
más allá del cementerio.
Son las pupilas errantes
de un gato negro y obsceno,
quienes me dan las visiones
a través de un negro espejo.
Hambre, esclavitud y muerte.
Robo, mentira, desprecio.
Vampiros, que en fin de vida
chupan sangre del ajeno.
Y siete ángeles de arcilla
en la cúpula del cielo
cantan: Santo, Santo, Santo,
aquí os dejamos el reino.