MI PATIO
Era blanco el patio
con rojas macetas
y la sombra verde
de una vieja cepa.
Botijo en su tronco
con el agua fresca
y la antiguo escaño
vetusto de anea.
Sobre mis rodillas,
un papel tan blanco
como la cal seca.
Y en ese vergel,
empezó mi vida
de poeta que aprende.
Entre los geranios,
entre los claveles,
y una madreselva
que impregnaba el aire
de perenne aroma.
Inspiración pura
de jardín pequeño
y sencillo, que abre
las puertas al sueño.
Ya cuando la noche
con su oscuro manto
se hacía un derroche
y al patio inundaba,
en mi paraíso
la quietud reinaba.
La pequeña jaula
sobre el blanco muro,
también dormitaba.
Allí velatorios.
Las pequeñas fiestas,
mis primeros sueños
y su crueles burlas.
Vidas intimistas.
Mundo recoleto.
Patio de mi infancia,
sencillo y coqueto.